A 451 aniversario de la traducción de la biblia al castellano.
En 1569 salió publicada la primera traducción completa de las Sagradas Escrituras al castellano. La primera edición fue dada a conocer como la Biblia del Oso, fue denominada así por el emblema que aparecía en su portada: un oso junto a un árbol, tratando de alcanzar una colmena para beber su miel, logotipo del impresor bávaro Mattias Apiarius. Esta ilustración se utilizó dado que se quería evitar el uso de íconos religiosos, porque en aquella época estaba prohibida cualquier traducción a lenguas locales de las Sagradas Escrituras (La traducción oficial existente era el latín) y años más tarde, la edición correspondiente a la primera revisión, en 1602, como la Biblia del Cántaro.
La traducción estuvo a cargo del monje jerónimo sevillano Casiodoro Reina, y la revisión fue llevada a cabo por su compañero Cipriano de Valera quienes por ello fueron perseguidos y sentenciados en ausencia.
Valera dedicó 20 años de su vida a la revisión del trabajo de su compañero de claustro. Como resultado, la referida versión salió publicada en 1602 y fue llamada la Biblia del Cántaro, porque en la portada podía verse estampada la imagen de dos hombres: uno que está plantando un árbol, mientras el otro lo riega con agua que sale de un cántaro.
Según algunos expertos, esta ilustración fue tomada en alusión al texto bíblico de la Primera Carta a los Corintios 3:6:«Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios».
En Nicaragua Por decreto de la Asamblea Nacional publicado en La Gaceta No. 149 del 9 de Agosto del 2002, el último domingo de septiembre de cada año se ha establecido como el Día Nacional de la Biblia.